Ahora que al parecer no hay otro tema de conversación que la crisis económica que se avecina me viene a la memoria que existieron otros momentos tan duros o más que los presentes. Hoy un cheque o talón bancario, es normalmente atendido ¡qué palabra, oiga!, es decir pagado por el banco y han sido sustituidos por la tarjeta de crédito.
A finales de los años sesenta y casi toda la década de los setenta, del siglo pasado, los talones bancarios – y las letras de cambio- se devolvían apayó –que quiere decir a montones- por carecer de fondos en las entidades bancarias.
Ahí va un caso de pago por talón a unos tapiceros (dos socios) de Guanarteme, hoy zona de nuevos ricos y que antes se conocía como “la barriada”.
Y ahora me desplazo sigilosamente detrás de la puerta para oír el negocio:
Llega un señor muy bien trajeado, chaqueta azul marino cruzada con sus botones plateados y a bordo de su Mercedes al taller con un corte en el tapizado exterior del techo.
Ustedes dirán ¿se tapizaban los coches por fuera? ¡Bueno, vamos a aclararnos! Antes y ahora hay aficionados a tener los coches bonitos. Hoy a esa práctica se le dice tunear. Son esa buena gente que el sábado le dan cera a la pintura de su auto, le ponen pegatinas y alguno le instala un perrito que cabecea en la parte de atrás. El señor de mi historia le había puesto un vinilo de color negro al techo para embellecerlo. ¡Como una tela, vaya!. Dejemos las aclaraciones y sigamos con el negocio.
El cliente del Mercedes Benz pide presupuesto para poner otro vinilo al techo y el tapicero contesta:
- ¡6.500 pesetas!.
- ¡Rebájeme usted algo, hombre!.
– ¡Vale, se lo dejo en 5.500, pero no me pida más descuento, porque no me gano nada. La tela cuesta 3500, los hilos para coser, la electricidad, los seguros autónomos, etc.. Sin contar las 100 pesetas que le damos al niño que va por ahí cortando los techos de vinilo y metiendo la tarjeta de la tapicería en el corte. No le queda a uno nada pá comer!.
La cara del cliente era de asombro. ¡Un niño que corta los tapizados!¿Sería verdad lo que estaba oyendo o eran bromas de este hombre?. Seguro que son bromas.
- ¡Vale, arréglemelo!.
- ¡No, mi niño. Me tiene que dar 3000 pesetas ahora y el resto cuando venga a retirar el coche!.
El cliente se pone a extender un cheque y el tapicero echa una mirada al cheque y otro a un cartel que Pancho les había confeccionado y que estaba situado en lugar bien visible del taller. ¡Vamos, aparatosamente visible!. El cartel decía:
A finales de los años sesenta y casi toda la década de los setenta, del siglo pasado, los talones bancarios – y las letras de cambio- se devolvían apayó –que quiere decir a montones- por carecer de fondos en las entidades bancarias.
Ahí va un caso de pago por talón a unos tapiceros (dos socios) de Guanarteme, hoy zona de nuevos ricos y que antes se conocía como “la barriada”.
Y ahora me desplazo sigilosamente detrás de la puerta para oír el negocio:
Llega un señor muy bien trajeado, chaqueta azul marino cruzada con sus botones plateados y a bordo de su Mercedes al taller con un corte en el tapizado exterior del techo.
Ustedes dirán ¿se tapizaban los coches por fuera? ¡Bueno, vamos a aclararnos! Antes y ahora hay aficionados a tener los coches bonitos. Hoy a esa práctica se le dice tunear. Son esa buena gente que el sábado le dan cera a la pintura de su auto, le ponen pegatinas y alguno le instala un perrito que cabecea en la parte de atrás. El señor de mi historia le había puesto un vinilo de color negro al techo para embellecerlo. ¡Como una tela, vaya!. Dejemos las aclaraciones y sigamos con el negocio.
El cliente del Mercedes Benz pide presupuesto para poner otro vinilo al techo y el tapicero contesta:
- ¡6.500 pesetas!.
- ¡Rebájeme usted algo, hombre!.
– ¡Vale, se lo dejo en 5.500, pero no me pida más descuento, porque no me gano nada. La tela cuesta 3500, los hilos para coser, la electricidad, los seguros autónomos, etc.. Sin contar las 100 pesetas que le damos al niño que va por ahí cortando los techos de vinilo y metiendo la tarjeta de la tapicería en el corte. No le queda a uno nada pá comer!.
La cara del cliente era de asombro. ¡Un niño que corta los tapizados!¿Sería verdad lo que estaba oyendo o eran bromas de este hombre?. Seguro que son bromas.
- ¡Vale, arréglemelo!.
- ¡No, mi niño. Me tiene que dar 3000 pesetas ahora y el resto cuando venga a retirar el coche!.
El cliente se pone a extender un cheque y el tapicero echa una mirada al cheque y otro a un cartel que Pancho les había confeccionado y que estaba situado en lugar bien visible del taller. ¡Vamos, aparatosamente visible!. El cartel decía:
NO SE ADMITEN CHEQUES
y se mantenía adherido a la pared mediante un montón de talones bancarios devueltos (ver dibujo) cuyo impago les tenían al borde de la suspensión de pagos o el cierre por defunción empresarial.
Mirada al cheque, mirada al cartel, otra mirada al cheque, otra mirada al cartel, hasta que el cliente le dice:
- ¿Qué, no me va a coger el cheque?
- ¡Vamos a ver, el poblema no es que le cojamos el cheque!. ¡Yo sé que Vd. me va decir ahora que tiene fondos y todo eso!. ¡El poblema es que mi socio y yo nos pasamos el día riéndonos y diciendo: chacho, como nos la pegó el tío y lo serio que parecía el hombre, con su chaqueta cruzada y todo!. ¡En fin vamos a cogerle el cheque y pá que lo sepa, usted se lleva su coche ahora y a la tarde vuelve cuando yo haya cobrado el cheque y se lo reparamos!. ¡Eso sí, el último pago lo quiero en efectivo o no saca el coche de aquí!.
Y dirigiéndose a Pancho dijo:
-¿Panchito, usted va a ir ahora p´abajo pal Parque Santa Catalina?
-¡Si, Nito, pero primero tengo que ir al Lugo a dejar un encargo!
-¡Vale y así pasamos por Comercial Cid si a usted no le importa y compro el vinilo!.
Dicho y hecho. Al Lugo. A Comercial Cid que le negó dos veces la mercancía porque “había excedido el crédito” y bajo palabra de: ¡Ahora mismo vengo y le pago que voy a cobrar un cheque”! se la dieron.
Mercancía al coche de Pancho y para el Banco de Canarias, en el Parque. Estaba justo en el edificio donde hoy está la biblioteca de la Consejería de Hacienda del Gobierno de Canarias.
Pancho acompañó al tapicero. Entraron en el banco y entregaron el cheque al empleado de la entidad bancaria. Este, tras unas consultas telefónicas se levantó y haciendo señas de que se acercara por detrás de una columna que estaba al otro lado del mostrador, le dice:
-¡Perdone señor pero el talón no tiene fondos!.
La respuesta del tapicero fue la que motivó que les haya traído esta historia:
-¿Qué dice usted que el cheque no tiene fondos?. ¡Fondo, lo que se dice fondo, sí tiene!. ¡Lo que no tendrá es altura!.
Recogió su talón y al salir a la calle me dijo:
-¡Ya coñoooo, Pancho! y ¿quién le paga ahora a Comercial Cid?.
Dedicado a mi amigo Domingo Armas Barrera, “El zurdo”
y se mantenía adherido a la pared mediante un montón de talones bancarios devueltos (ver dibujo) cuyo impago les tenían al borde de la suspensión de pagos o el cierre por defunción empresarial.
Mirada al cheque, mirada al cartel, otra mirada al cheque, otra mirada al cartel, hasta que el cliente le dice:
- ¿Qué, no me va a coger el cheque?
- ¡Vamos a ver, el poblema no es que le cojamos el cheque!. ¡Yo sé que Vd. me va decir ahora que tiene fondos y todo eso!. ¡El poblema es que mi socio y yo nos pasamos el día riéndonos y diciendo: chacho, como nos la pegó el tío y lo serio que parecía el hombre, con su chaqueta cruzada y todo!. ¡En fin vamos a cogerle el cheque y pá que lo sepa, usted se lleva su coche ahora y a la tarde vuelve cuando yo haya cobrado el cheque y se lo reparamos!. ¡Eso sí, el último pago lo quiero en efectivo o no saca el coche de aquí!.
Y dirigiéndose a Pancho dijo:
-¿Panchito, usted va a ir ahora p´abajo pal Parque Santa Catalina?
-¡Si, Nito, pero primero tengo que ir al Lugo a dejar un encargo!
-¡Vale y así pasamos por Comercial Cid si a usted no le importa y compro el vinilo!.
Dicho y hecho. Al Lugo. A Comercial Cid que le negó dos veces la mercancía porque “había excedido el crédito” y bajo palabra de: ¡Ahora mismo vengo y le pago que voy a cobrar un cheque”! se la dieron.
Mercancía al coche de Pancho y para el Banco de Canarias, en el Parque. Estaba justo en el edificio donde hoy está la biblioteca de la Consejería de Hacienda del Gobierno de Canarias.
Pancho acompañó al tapicero. Entraron en el banco y entregaron el cheque al empleado de la entidad bancaria. Este, tras unas consultas telefónicas se levantó y haciendo señas de que se acercara por detrás de una columna que estaba al otro lado del mostrador, le dice:
-¡Perdone señor pero el talón no tiene fondos!.
La respuesta del tapicero fue la que motivó que les haya traído esta historia:
-¿Qué dice usted que el cheque no tiene fondos?. ¡Fondo, lo que se dice fondo, sí tiene!. ¡Lo que no tendrá es altura!.
Recogió su talón y al salir a la calle me dijo:
-¡Ya coñoooo, Pancho! y ¿quién le paga ahora a Comercial Cid?.
Dedicado a mi amigo Domingo Armas Barrera, “El zurdo”
Coño Maestro Pancho dejandpo pufos por todos lados, primero la burbuja y ahora cheques sin fondos
ResponderEliminarQue suerte tienes Pancho de contar entre tus amigos con un terrorista de la economía como Vitito.
ResponderEliminarAunque espero que le deje disfrutar sus vacaciones en paz.
Maestro Pancho, creo que esta nueva sección de timos abierta en su blog, tiene mucho futuro ya que la crisis ya no es lo que era, por cierto tenga cuidado con una versión del timo de las cartas nigerianas (le mandan a uno una carta diciendole que le ha tocado la loteria en Nigeria y sin jugarla, y que dsolo tiene que dar una cantidad como señal para cobrarla), ya que hay una versión de este timo, que se llama el premio pal blog, le premian a uno su blog, y le conceden un premio, y le piden 30 euros para mandarle el trofeo por correo (a un correo tipo. yatetocoelpremioamigo@hotmail.com) y luego si te he visto no me acuerdo. No me queda mas que felicitarle por su innovación de meter la burbuja en internet, ya que cada vez más es en estos medios (al abrir ternetcafes en los asilos y hogares del jubilado) es más propenso el viejito (victima propiciatoria) de picar, y mas si se le adereza con relatos de los viejos tiempos entrañables para que se confie y luego PAMMMMM
ResponderEliminarGracias al señor que hace zapatos, volveran en 2009 a robarse arradios de los coches, y tambíen volveran practicas tan entrañables como la del tirón en el parque de Santa Catalina, y el robo de ropa tendida de los apartamentos del sur, volveremos a poder abastecernos de kleenex en los semaforos y a aparcar como señores gracias a la creación de mano de obra barata, la crisis es lo que tiene.........
ResponderEliminarMaestro Pancho: Usted como siempre, dejando esos detalles, que nos alegran los recuerdos de esta santa isla.
ResponderEliminarMe alegro de su vuelta a ponerse en marcha, se le echaba de menos.
Un saludo y tranquilo que no le cobraran el premio, lo digo por el interesado anónimo.
Vengo siguiendo los comentarios anónimos que nos brinda su terrorista particular. Debe ser su amigo, Pancho. Y es verdaderamente un coñomadre, que como usted bien sabe, así se describe en Venezuela a la gente que siempre está de coña o no tiene fundamento. Baciencia, hermano
ResponderEliminarLo que fartaba chavistas en el blog
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