Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

Paquita Hernández, la del Valle

Esta mañana Pancho fue a tomar café a casa de Paquita Hernández, en El Valle. Cuando llegó estaba acompañada de sus hermanas Margarita y Luisa, desgranando judías en el patio. Se sentó a ayudar y despacito, despacito... obtuvieron unos cuantos kilitos de grano.


Mientras saboreaban el rico café que hace Paquita, la conversación giró sobre la afición al teatro en los tiempos de su juventud y la importancia de un personaje que vivió frente a su casa: Francisquito Ravelo, alma mater de ese amor a la escena que aún hoy perdura en el casco antiguo de Santa Lucía. Corrían los años de 1942 o 1943, Paquita -nacida el 26 de Junio de 1931-, tenía entonces once o doce años y ensayaba su obra aprendida de memoria, mientras que el Sr. Ravelo que era muy perfeccionista, corregía continuamente sus gestos en la interpretación de una poesía.


Le pregunté si recordaba algo de la misma y para mi sorpresa se arrancó con la letra de un poema lírico, de tono elevado y profusamente lleno de palabras cultas. Le pedí que se detuviera para grabarla y así lo hizo. Les ofrezco aquí la grabación que duró más de dos minutos y así comprenderán mi admiración y sorpresa. ¿Quién iba a sospechar que ese extenso poema estuviese guardado en su cabeza más de 68 años? ¡Fuerte memoria, Paquita!
Durante la tarde a Pancho le picó la curiosidad y estuvo buscando a quien pertenecía el poema que resultó ser:



Oda a las glorias de don Juan de Austria, de Tomás Morales, publicado por primera vez en la Revista parisina Mundial Magazine, bajo la dirección de Rubén Darío, en el mes de Julio de 1914. Al término del escrito les ofrezco la citada Oda, por si es de su interés.


Si miran la foto que tienen a su derecha, pueden ver a Paquita en el cartel de la Romería de Los Labradores del año 2009. Por cierto, es la señora de la izquierda de la imagen, la que lleva el jabón en la mano izquierda. Es tradición en Santa Lucía de Tirajana que a las personas que aparecen en el citado cartel, se les haga un homenaje en las fiestas de ese año, concretamente en el Día del Mayor, entregándoseles un cartel bellamente enmarcado como recuerdo.


En ese acto, ambas señoras estaban muy guapas, perfectamente arregladas para la ocasión. Como se dice por aquí, de peluquería. Cuando Paquita iba a bajar del escenario por una pequeña escalera, Pancho le extendió su mano para ayudarla a bajar y, al oído, le dijo que estaba muy guapa con su peinado. Estalló en risas que continuaron hasta que tomó asiento en la primera fila. Enseguida, las señoras le preguntaban: ¿Qué fue lo que le dijo, Paquita? Ella dijo que nada. ¿Se dan ustedes cuenta de lo curiosos y noveleros que somos?
Nuestro personaje de hoy tiene una calidad humana ejemplar, con su eterna y bondadosa sonrisa, siempre dispuesta a ayudar a todo el que la necesite. Es el eje central y punto de reunión de una gran familia, compuesta de hermanas, sobrinos/as, sobrinos-nietos, etc.etc. Cuando las tardes y las noches están buenas, la vecindad se reúne frente a su puerta, para echar unas manitas a la lotería, alumbradas por un foco que hace años le puso el Ayuntamiento y que tiene en su portal el interruptor de puesta en marcha y apagado.
Como dice la frase propagandística, referida a otro lugar:


¡El Valle, que gusto vivir allí!
Saludos...........
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A continuación la obra señalada. La pueden encontrar en las páginas 28 a 31 del siguiente link :www.tomasmorales.com




Oda a las glorias de don Juan de Austria



Tal fue el resumen que como ejemplo de altas jornadas
Se dio a los hombres como recuerdo de tus conquistas
Y así tres razas para tu empeño coaligadas
Te saludaron con las palabras evangelistas

Por vanagloria del magno triunfo imperecedero,
Marte y Neptuno se congraciaron en tu aventura
Mano de Numen fue la que entonces filó tu acero
Y esmaltó en oro los hipocampos de tu armadura….

Sol de Corinto! Tus resplandores su frente ornaron;
La isla Trinacria viera el ilustre vuelo aquilino,
Cuando a tu mando trescientas gavias se desplegaron
Oscureciendo la azul llanura del Mar Latino….

En marcha! Y Lentos, cabeceando, pasan flotantes
Nobles escudos, doradas proas, recias amuras,
Bajo un revuelo de gallardetes altisonantes,
Suntuoso ornato de las soberbias arboladuras….

¡Son las de Roma! Sus vigorosas leyes severas
Al sol pregonan los victoriosos Fastos Papales;
Bordadas llevan en el jacinto de las banderas
La Tiara Augusta sobre las Llaves Pontificales….

Son las Duxarias! En sus carenas de ébano y plata
Las venecianas pompas cimentan su gloria pública;
El aire signan con su orgulloso triunfo escarlata
Los oriflamas galardonados de la República…

¡Son las del César!… Mástiles llenos de gonfalones
Donde Felipe grabó la empresa de maravillas;
Cabe al severo color morado de los pendones,
El columnario…”Plus Ultra” emblema de las Castillas…

Para tres flotas, tres capitanes; y a su gobierno
Marco Colonna, de quien las famas guardan memoria;
El Marqués bravo, de los Bazanes orgullo eterno
Y el Condotiero, terror de mares, Andrea Doria….

Y en la alta nao que a todas vence por su apariencia,
Y el estandarte de la ..”Gran Liga” tremola ufana;
Tu, que al donarle la aristocracia de tu presencia
Sólo por eso, nombrada fuera

Llegó la noche; tu alma, abarcando futuras huellas,
Glorias soñaba sobre el alcázar, donde arrogante
Vió tu silueta la muchedumbre de las estrellas,
Tal vez prendada de la belleza del Almirante…

Ellas sirvieron de laminares a tu fortuna;
Mientras, solemne, la Vía Láctea de blancos velos
Era la estela de un gran navío; del que la luna,
Ancora rota—fue abandonada sobre los cielos….

Y en la alta noche, cuando en el sueño todo callaba,
Único digno de ser consorte de tus acciones,
Otro soldado, que era poeta, también dejaba
Viajar su ensueño por las doradas constelaciones…

Amanecía: Tras el misterio de las neblinas,
Se vió, a lo lejos, la poderosa flota sultana,
Como un enjambre de procelosas aves marinas,
Partiendo en plata la raya de oro de la mañana…

Son las Turquescas!... Bajo la libre racha sonora,
Sus recias quillas la mar dividen de orgullo plenas;
Son como alfanjes, resplandecientes bajo la aurora
Las Medias-Lunas en el remate de las entenas….

Se acercan: Fieras para el combate se alzan las manos
¡La Alta Epopeya dará al triunfante palma completa!
Santiago el Grande guía la rabia de los Cristianos,
Y en el coraje del Otomano lucha el Profeta….

Y frente a frente, para el supremo trance violento,
La artillería retumbó torva su voz salvaje;
Y el mar fue sangre, y el cielo incendio, y horror el viento
Que unió las jarcias, para la furia del abordaje….

Y en el momento de más fiereza de la jornada
-Florón Invicto, solo guardado para tus glorias –
Las enemigas naves se hundieron bajo tu espada,
Que era, en tu mano, la del Arcángel de las Victorias…

Don Juan de Austria! Sol de Caudillos… Hispania avara
De ti recibe su más sonora pompa guerrera:
Tu heroico nombre, cuya grandeza Carlos legara,
Para decoro de la alta popa de una Galera….

¡Loa al marino, que el vario triunfo domó a su antojo,
Y dio a su Tiempo, como trofeos de gallardía,
La Ínclita Fuerza, que hasta los astros llevó su arrojo,
Y el Eminente Laurel, que informa su valentía!...

¡Yo al Mar invoco, para estas honras a sus derechos;
de aquel Imperio que hoy se derrumba,
Un Ditirambo pone mi alma sobre sus Hechos,
Y un Estandarte Negro mi mano sobre tu Tumba!...





Tomás Morales.