Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

Frases para recordar

¿Echamos una manita al subastao?
Estos últimos días está rondando mi memoria un amigo que se fue. Y de él, algunas anécdotas cuyo recuerdo  me hace sonreir. Ahí van

 Estábamos jugando a las cartas, al  subastao.  Decir “subastado”, me pareció muy fino, la verdad.  Siempre había problemas por falta de monedas de cambio, debiéndonos dinero  - calderilla- unos a otros. Mi amigo,  para el juego en seco y me dice muy serio:
¡Pancho, me debes dos euros!

Le contesto
¡Yo a usted no le debo nada, señor!
Respuesta de aquel  coñón y  socarrón que siempre fue
-¡Fueeerte memooria  tienes! (*)
Otro día en que íbamos a  participar en una obra religiosa en la iglesia por Semana Santa,  le dije:

 -¡Brunito, tráite la botellita del año pasado, la que dejaste escondida!
Su respuesta fue rápida y para mí, contundente

-¡Que fecha tiene esa carta!
 ¡Tarde piaste! ¿Tú crees que en este pueblo no se celebran las pascuas?

Y para rematar de hablar de la botella terminó con un
-¡Dios la tenga en los reinos de la gloria!

La última frase suya, utilizada cuando le dieron dos quesos grandes para repartir en la fiesta, o sea que no le costaron nada.  Repetía esta frase cada vez  que metía la mano en la alforja, cortaba y comía (y daba) un pedazo de queso, repitiendo

-¡De este pan de mi compare, buen peaso me jinqué!

Buscando en internet un refrán similar, encontré éste -¡Del pan de mi compadre, buen pedazo para mi ahijado!  Que aunque no significa lo mismo, para mi que no anda muy lejano.
Saludos y
mi recuerdo para B.C.L.
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(*) Léase como se escribe