Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

Candidito y el ministro Solís.


Esta historia ocurrió a finales de los años 50, cuando visitó la isla José Solís Ruiz, ministro de Franco, conocido como la “sonrisa del régimen”. Fue nombrado en 1951 Delegado Nacional de Sindicatos y, en 1957, Ministro Secretario General del Movimiento. Se reunió en la Casa Sindical, en la calle General Franco, hoy Primero de Mayo, con los Consejos Locales del Movimiento Nacional, el partido único. Estos representantes venían de todos los lugares de la isla, pero quiero dedicarme solo a los que venían de los pueblos del interior.

Allí, en el pueblo, mi Macondo particular, se organizaba de esta forma: El Alcalde, llamaba a unas cuantas personas significativas para invitarles al acto y, además a cuatro o cinco amigos que estaban libres porque no tenían trabajo, ni ocupación fija. Les decía que había que ir a Las Palmas, que venía el ministro y había invitación a almorzar. Se usaba una frase especial para animar al personal: “Gastos pagos y encima hay pitanza”.
Antes de salir, el alcalde le daba a uno de ellos el dinero para el coche y la comida, diciéndole: “Oiga, gastos a justificar, eh”.
Pues bien, pongámonos ya en Las Palmas, están los cinco amigos en la parada de los coches de hora, en Bravo Murillo –antes Camino Nuevo-. Van “empaquetados” con su terno y su corbata, los zapatitos abetunados, alguno como el personaje central de mi historia no lleva traje sino una guayabera crema. De allí, a dar una vuelta por la calle de Triana, cervezas y unas tapitas de tollos, en el bar de Las Lagunetas; almuerzo –rehogado (en canario, rebogao) de judías y carajacas - en un bar cerca del Mercado de Vegueta, con sus pizquitos de coñac y su cafetito. En fin, que se “jartaron” y, ahora pal salón de Actos de la Casa Sindical.
Cuatro de la tarde ¡mire Vd. qué hora!, cerca de mil personas dentro del local. Llega el ministro, acompañado por otros señores con chaqueta blanca y camisa negra – los jefes-, otros muchos con camisas azules –los menos jefes-. Ninguna mujer en la sala. Se va sentando la gente y empieza el acto. Solís Ruiz con el verbo encendido, habla que te habla. Poco a poco va bajando el tono mitinero. A los quince minutos de empezar, el personaje de mi cuento, vamos a ponerle ya un nombre –Candidito- empieza a quedarse dormido. A los dos minutos empieza a roncar, suavemente, bajito, bajito. Poco a poco va subiendo el tono hasta que se le escapa un ronquido fuerte. Su vecino para que se callara le empuja con el hombro. Se calla. Al ratito otra vez a roncar; otro empujón, no reacciona y el ronquido sigue subiendo; esta vez le da más fuerte, con el codo. La respuesta fue digna de una película italiana de Fellini o Bertolucci.
Ante el golpe, Candidito se pone de pie rápidamente y empieza a aplaudir. Se lo pueden imaginar. Todo el mundo en silencio, sentado escuchando al ministro y el solo, de pie aplaudiendo. La seguridad corriendo hacia él a detener al “comunista” que estaba reventando el acto.
Simplemente lo que ocurría era que el hombre había comido más de la cuenta aprovechando la invitación y que la hora no era la más apropiada para el evento.
El hecho es cierto.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro que ninguna mujer en la sala....por lo menos no habia que cumplir con ninguna cuota impresentable.(Que me joden esos comentarios demagogos entre guiones, tambien Ho Chi Ming y Castro, y Chavez tienen la mitad de ministras como nosotros, y la mitad de dirigentes del Frente Polisario son mujeres...).Me cago en el Ministerio de Igualdad (Porque nunca hubo Instituto Canario del Hombre?, y porque la mayotria de funcionarias de ese Organismo son señoras malencaradas tirando a camioneras???, y no por ningun hombre. Por cierto que relación tenia Franco Battiato (1º por la izquierda, con el régimen franquista, aparte de tocayo)

Anónimo dijo...

Pancho, no se sulfure con el machista franquito de corta y pega. Me lo imagino con un bigotito finito de esos, mordiendo un puro, el pelo engominado y los pantalones allá arriba.
¡! Vivan las funcionarias camioneras mal encaradas!! , y voy a ampliar la foto a tipo poster para la cabina, me pone.

Anónimo dijo...

De franquista nada, que yo nunca vote a Ftanco, ni compre un disco de Battiato,si a machista le llaman no soportar las majaderias de cuatro caraduras camioneras que quieren sacar provecho de ser tias,y encima discriminan continuamente y llaman machista a todo el que le tosa, apunteme el primero. Me cago otra vez en el Ministerio de la Igualdad, y en el Instituto Canario de la Mujer.

Anónimo dijo...

Apoyo el cagate

Anónimo dijo...

Ya…….., lo siento por los cagones. El siglo XXI es el del avance de las mujeres. Así que prepárense, pijitos

Anónimo dijo...

La única razón por la que no iba ninguna mujer era que Franco y su ministro el sonrisas eran tan malos que si entraba una la señalaban y luego la quemaban por bruja en un aquelarre....., parece mentira que digan estas cosas, supongo que seguro que alguna piensa que todavia quedarse en casa a cuidar del marido (esta trabajando), los niños (en el colegio), es un trabajo, aún así con chica inmigrante que viene a limpiar alguna se queja de lo duro que es llevar un hogar adelante.....toda la vida viviendo del cuento, y era porque no les dejaban trabajar, algunas se interesaran por la política cuando hagan las elecciones del Corte Inglés.

Anónimo dijo...

Cada vez que sale un tema sobre la mujer, aparecen Il Duce y la Pasionaria. No sean tan extremistas, coño

Anónimo dijo...

No sabia que el Corte Inglés era tan fascista como Franco y sobre todo que no hace elecciones, propongo un boicot al intocable establecimiento comercial. Aunque me supongo que Maestro Pancho censurara esta comentario (al igual que el del señor de las matracas), cuando se de cuenta que le pueden quitar la publicidad del blog. Por lo visto a la dictadura suman la represión, la extorsión y el chantaje, bonita organización........Por cierto, para los no enterados el corte ingles lo monto la hija de franco con el beneplácito del dictador (Carmen Polo era importante accionista de galerias preciados....es una verguenza para el gobierno español que aun quede algun franco en el poder y mas aun teniendo en cuenta que se monto gracias a una dictadura

Anónimo dijo...

Eso me recuerda la anécdota que tuvo como protagonista a un célebre personaje de la Sevilla de los años 50, al que apodaban "Antoñito Procesiones". La razón de su mote era evidente: no había procesión,fuera del tipo que fuese, que no contase en su encabezamiento con la oronda figura de Antoñito, a quien Antonio Burgos dedicó un artículo que aparece en su "Redcuadro". Pues bien, el caso es que en cierta ocasión acudió a Sevilla un alto cargo del Movimiento con objeto de impartir una conferencia en el Ateneo hispalense. Podemos imagirnos el cuadro: mes de agosto; 43 grados a la sombra; los pájaros remangándose las plumas; el Ateneo no contaba con aire acondicionado ni nada que se le pareciera. El conferenciante, parapetado tras su mesa, sólo contaba con una jarra de agua y el consiguiente vaso de cristal para mitigar los efectos de "las calores". El público asistente, ni eso. Entonces se levanta Antoñito parsimoniosamente, traslada su humanidad arrastrando sus zapatones hacia el estrado desde donde le miraba, atónito, el ponente. LLena el vaso de agua y se lo bebe con fruición. Se seca los labios con la bocamanga y, por fin, se gira hacia el respetable explicándose de este modo: "Estaba fritito". Más arte, no cabe. Mayor aplomo, tampoco.

Bencomo dijo...

Preciosa la historia de Antonito Procesiones. Casi me parto de risa.
Estos andaluces son especiales.

pancho dijo...

Hoy si que está divertido el bló. Hacía mucho tiempo que no me reía tanto. Y luego dicen que no tenemos capacidad de imaginar.

Anónimo dijo...

Una vez en un ciclo de conferencias durante la Universidad, invitamos a Umbral a que asistiera a dar una conferencia, tuvimos que irlo a buscar a su casa yo y otro compañero con 21 años, fuimos a su casa y a las 12 de la mañana, nos abrio la puerta una criada vestida completamente con el uniforme frances, y nos hizo pasar a una sala, donde aparecio el personaje con un batín rojo, con voz gravisima nos dijo que esperasemos, se vistio se puso su bufanda blanca y nos llevo a que le invitaramos a desayunar (Un whisky en una cafeteria donde no le preguntaron que quería), lo metimos en el coche de mi amigo y lo llevamos a la conferencia en el colegio mayor regentado por los Agustinos, allí tras otro desayuno (ambos pagados por nosotros) nos dió severas instrucciones en cuanto a la intendencia de la conferencia, queria 2 jarras opacas y una taza opaca, una jarra de agua fresca y otra de whisky (White label recuerdo no tenia gustos de estrella). En cierto momento de la conferencia hizo un gesto a una de las jarras pidiendo su reposición, y mi compañero fue al bar del colegio mayor a reponerla, cuando volvio la depositó en la mesa, el hombre se sirvio en su taza sin mirar y estuvo a punto de escupir lo que se habia bebido fulminando a mi compañero con la mirada y pidiendo otra vez el cambio......No le habian traido mas Whisky sino mas agua. (Dijo coño conmo 365 veces en una mañana, tras acompañarlo en la comida con los curas, otros tuvieron que llevarlo, nosotros no podiamos ni hablar)

Anónimo dijo...

Muy buenas las tres historias, esto mejora día a día.