Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

Aminatu

Entre los meses de Noviembre y Diciembre pasados fué noticia de alcance mundial la huelga de hambre protagonizada por la activista Aminatu Haidar, conocida como la 'Gandhi saharaui'. En los primeros momentos y saliéndome del objeto de este blog quise hacer una aportación al conocimiento de Aminatu y de la justa causa del pueblo saharaui. Desistí, dado que en la fotografía Pancho hace la señal de victoria y podía inducir al error haciendo creer erroneamente que había terminado su lucha en Lanzarote.
Hoy, una vez terminados felizmente los hechos, con la publicidad que aportó al conocimiento mundial de la causa saharaui, resulta innecesario hablar de ello.
No obstante, quiero dedicar esta fotografía a Ana María Rey - luchadora incansable por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres-, así como a su esposo Fernando, residentes en Guadix (Granada) que aportaron el 17 de diciembre información y apoyo a la causa saharaui, publicando varias fotografías. Sé que les alegrará saber que uno de sus amigos - el canario del campo- lleva muchos años militando en esa lucha, la de los derechos humanos, apoyando causas justas y la igualdad de todas las personas, intentando en la medida de sus fuerzas remover los obstáculos
a la libertad, especialmente de los más débiles.

2 comentarios:

Bencomo dijo...

Yo sí lo sabía. Por cierto, es la primera vez que apareces en fotografía, aparte la del cachorro cabecero.
Cuántos muchos años en la lucha, mi hermano. Y estás con Carmelo Ramírez, lo más coherente que he visto en política. Un abrazo solidario desde Fuerteventura

Ana Maria Rey dijo...

Querido Canario del Campo, acabo de ver tu foto con Aminatu. Fernando y yo agradecemos tu amable dedicatoria y deseamos que sigas luchando, incansable e inasequible al desaliento, por ese mundo mejor en el que creemos, y que sin duda es posible. Besazos. Ana María Rey.