Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

La metamorfosis de Los Abeites



El último escrito que he subido al blog se titula: Los Abeites. Una vez terminado he tenido conocimiento de algunas cosas que quiero transmitirles.

Se trata del método que utilizamos para, sin darnos cuenta, ir transformando las palabras.

Para intentar descubrirlo, he estado por Ayacata, Tejeda, San Bartolomé de Tirajana y preguntando, preguntando, vean a la conclusión que he llegado.

Tengan en cuenta que no se trata, en absoluto, de hacer ningún trabajo académico de investigación, simplemente descubrir las cosas a través de la transmisión oral.

Empiezo aquí

Cuando Bartolito me contó la historia, noté que al decir Los Abeites, tuvo una pequeña duda. Por eso le pregunté de nuevo y, me pareció que había dicho fonéticamente: Lojabeites.

Alguien, en San Bartolomé, me dice que el nombre es Laja beitia porque había una laja (piedra) grande, otros me dieron como nombre correcto: Las Abeitia, Las Abeites, carretera de La Bestia, etc…

Al final, después de muchas preguntas y respuestas, estimo que la versión correcta me la proporcionó un vecino de Tejeda que trabajó en dicha carretera. Me dijo lo siguiente

-¡En aquellos tiempos había mucha falta de todo y necesitábamos un sueldo porque la tierra daba un puño de millo, la leche, las papas, alguna verdura, pero nada más. Teniendo un sueldo se podía comprar alguna ropa, un mueble…! ¡Todos trabajábamos en la agricultura pero cuando se fue a abrir la carretera a Mogán , fuimos a buscar trabajo!¡ En aquellos tiempos se decía: A ver si nos daban pega.! La empresa se llamaba Elejabeitia. Nos contó alguna cosa más, sobre la muerte en esa carretera del Ingeniero de Caminos que diseñó la Presa de Las Niñas, también la muerte de un “fueguista”, así le llamó a un experto que trabajaba con explosivos, etc..

Les muestro ya la conclusión: la empresa constructora se llamaba Pedro Elejabeitia “Contratas, S.A”. He visto en Internet y muchas carreteras de esa época le fueron adjudicadas a la misma. Les muestro foto de un BOE para su comprobación.

Al final, el pueblo la bautizó como de carretera de Elejabeitia por ser ese el nombre de la empresa constructora y en cuyo nombre se contrataba a los trabajadores.

¡Poco a poco, con el paso de los años y desapareciendo las personas que allí trabajaron, el nombre se fue “endulzando” hasta transformarse en Los Abeites!

Saludos.

2 comentarios:

Carmelo Álamo dijo...

Eres una gran caja de sorpresas.....interesante documentación e información. Gracias por compartirlo. Un abrazo, Buen Dia Pancho.

Moisés Morán dijo...

Tal que así, buen trabajo de investigación...