Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

Iberia en Los Cuchillos

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Hoy quiero mostrarles la fotografía de una piedra, situada a la orilla de la carretera de Los Cuchillos, entre los kilómetros 12 y 13 de la misma, en dirección Santa Lucía de Tirajana. Está cerca del letrero que indica la máxima altitud de Los Cuchillos (570 metros).

Su forma me recuerda el contorno de la Península Ibérica. ¿Se les parece a ustedes? Cuando paso por el lugar conduciendo, la observo (se parece también a un espadachín con bigote) y la saludo

-¿Cómo estás, español?

Seguro que a ustedes les pasará lo mismo y tendrán sus propias piedras, lomas, roques, montañas… Paisajes en fin, que les recordarán alguna figura humana o animal cuya visión les retrotrae a su niñez o juventud.

No crean por ello que son ustedes unos débiles, como rápidamente alguien intentará catalogarles, significa por el contrario que algunos vamos por la vida con la cabeza levantada, por eso vemos más que los demás y disfrutamos con la observación de las cosas, porque mantenemos intacta la curiosidad del niño.

Hay determinadas formas que se han incorporado a nuestra vida y figuran en nuestro imaginario colectivo: El Nublo, Bentaiga, Fraile, Dedo de Dios (después de la caída: El Dios sin dedo), la Rana, Salmor, Chipude, Ucanca, Tindaya, Teide, Lobos, etc.

La vida no solo puede ser trabajar y trabajar, también debemos dar alguna vez rienda suelta a la imaginación y para ello, nada mejor que levantar la cabeza, especialmente las personas que viven en ciudad. Lo más alto que ven es la segunda planta de los edificios, siempre con la vista baja, sinónimo de tristeza.

Quiero terminar con la letra de una canción canaria, que dice:


Y me preguntas a mí

De qué color es el cielo

Como lo voy a saber

Si dende el amanecer

Me encuentro cavando el suelo.



Adiós.

2 comentarios:

Moisés Morán dijo...

Las piedras pueden tener muchas caras. Yo, que pase muchos veranos en Agaete, siempre me pareció la punta de la aldea, la cabeza de un Moais en La Isla de Pascua, mirando hacia el cielo. Aquí se puede ver la foto.

http://panoramico.blogspot.es/img/olsen.jpg

pancho dijo...

Pues, es cierto, a mi también se me parece. Eres una de esas personas que mira hacia todos lados, de forma especial al horizonte, quiero decir, con profundidad. Saludos Moi, que no moai.