Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

Otra historia de gallos


Hoy recordé una anécdota ocurrida hace alrededor de 30 años, en la que se muestra la proverbial socarronería de José María, mi amigo el de los gallos.
Don Antonio War…, (en inglés: guerra) era en ese tiempo el Administrador de Arbitrios en el Aeropuerto de Gando. Hombre atento y servicial, mantenía buena relación con los administradores de otras islas. En esta historia, su homónimo, en Fuerteventura, D. Domingo Soto, le pide un favor. Quería conseguir un gallo de pelea.
Don Antonio, sabiendo que José María era un número uno como criador y aficionado a los gallos de pelea, se acercó a pedirle un animalito. José María le preguntó para que lo quería. Le contestó que no era para pelear, sino para tenerlo de vista.
Una semana después, apareció José María, con un hermoso gallito. Pequeño, pintado, con su incipiente cresta y espuelas. Don Antonio le compró una caja especial para el transporte por avión -¡le costó un dinero!- . José María colaboró en la entrega rellenando la declaración de Arbitrios, el famoso papel amarillo de Tráfico entre Islas. Al describir clase de mercancía puso de su puño y letra:

GALLO DE PELEA, en mayúsculas, y

en el apartado de valor (a efectos del seguro) puso 12.000 pesetas de entonces.

¡Eso sí, a fines puramente estadísticos!



Hasta aquí todo va bien y el gallo sigue creciendo. El problema se planteó un mes más tarde. Desconozco las conversaciones mantenidas entre ambos administradores, pero sí les juro que a la Terminal de Carga del Aeropuerto llegó un bulto dirigido a don Antonio el administrador, conteniendo en su interior el gallo viajero.
La documentación aneja decía también en mayúsculas:

Mercancía: AVE de CORRAL (Kíkere) (1), en devolución
Valor estadístico: CERO



Don Antonio se presentó cabreado ante José María, diciéndole en qué lugar le había dejado. Éste, se limitó a contestar:
- Antonio, ¿tú sabes bien, cuánto vale un gallo de pelea?
- Y, por si no lo sabes, yo cruzo mis gallos con kíkaras porque salen más fieros. ¡ Ese hombre sabe de gallos, porque algo de kíkere si tiene! Y, mire, hágame el favor de leerse el diccionario bagañete (2) y verá que dice:
El quíquere es una raza de gallos pequeños de pelea.

¡Así que yo no le ha engañado a usted!

¡José María no dijo HA, pero a Pancho le divierte escribirlo así! . Saludos
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(1) Quíquere - Es una especie de gallina chica y con muy mala leche. También se suele decir que alguien es un quíquere cuando siempre va encogotado y con ganas de guerra. Habitualmente se emplea con las mujeres.
Quíquera - Hembra del quíquere.

(2)Diccionario bagañete: (De Tazacorte, en la Isla de La Palma)
** Quíquere: raza de gallos pequeños de pelea.

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2 comentarios:

FIBONACCI dijo...

Por casualidad he entrado en tu pagina, me ha gustado la misma, seguire entrando.
un abrazo DE OTRO CASI CANARIO

htt://unacacharreria.blogspot.com

Anónimo dijo...

Hola Pancho, la verdad es que tengo que decirte que tienes un blog muy interesante en el que se recuerdan historias olvidadas muy divertidas o en las que aprendes cosas que uno no sabía como es el caso. Lo cierto es que tu historia me despertó una serie de dudas sobre este mundillo. Pensaba que las peleas de gallo estaban prohibidas actualmente en Canarias, y resulta todo lo contrario, existe hasta una Liga Regional.
En fin , esto de los gallos es un mundo fascinante y veo que tiene bastante afición. Salu2 Pancho
R.C.T.