Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

El reintegro

Vamos a recordar hoy los números de ciegos, ese sorteo tan metido en nuestra gente. Hoy todo se ha modernizado y Vd. puede pedir el número que quiere jugar y el vendedor de cupones saca un ordenador, manipula, lo imprime y se lo vende. Pues bien, antes los vendedores llamaban a comprar con la frase: ¡Los cuarenta iguales para hoy! a voz en grito. El “para hoooy”, muy estirado en la o.

Aquí va la historia de hoy:

Un día, nuestro Pancho se reunió con un trío de “bergantes solteros” y, guitarras y timple en mano, primero se fueron para Las Palmas y como sería esa juerga, señores, que recalaron en Tenerife. Pasaron una semana entera de tenderete y al final, como todo se acaba, aparecieron por sus casas.

La mujer, -vamos a bautizarla hoy como Clarita-, estuvo desesperada buscándolo por hospitales, Policía Local y Guardia Civil. Y cuando llegó a la casa, al encontrarse a su Pancho acostado – de zorrocloco - y hecho un poema, empezó a chillarle con gritos, gemidos, tratándole hasta de bandío. Éste con su finura habitual –dejarse dir pal pie, se llama en canario,- no plantó cara a su mujer, diciéndole apesadumbrado:

¿Y que voy a hacer, mujer, si Dios le da sombrero a quien no tiene cabeza?. Clarita, poco a poco, se fue calmando, echó su llantina y hasta su beso le dió.

A los tres días, y cuando el mar de la casa ya estaba en calma chicha, los amigos le invitan para volver de parranda el sábado.

Después de mucho cavilar, esto fue lo que le dijo Pancho a su mujer:

¿Clarita, sabe usted cuando estuve pá Tenerife? ¡Pues compré un número de ciegos y salió premiado con el reintegro! ¡Y ahora tengo que volver pallá pá poder cobrarlo! .

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr guebmaster, cuantos veramones se necesitaron?

Anónimo dijo...

¿Coño, Pancho, no sabía que eras tan listo? He visto en interné lo que significa bergante y esto es lo que dice:
bergante

* pícaro, rufián, truhán, bribón, sinvergüenza, pillo, granuja, malandrín.
Muy bien definidos los calificativos, ¿verdad?.
Un abrazo y.. adelante

Anónimo dijo...

Ya estoy viendo la historia:
1º Pancho; después, Clarita. ¿Quien viene ahora?. ¡¡El galletón, seguro!!.
¿Y después?: Ya verás el abuelo o la abuela.
Me gusta como lo estás montando, Pancho.
Lo leo desde Mogán. ¿Sabes quien soy?. Si lo sabes, dejaré de ser anónimo/a

Anónimo dijo...

yo si se quien eres en Mogan, el brazo oculto del CCN

Anónimo dijo...

Que tiene que ver Pacuco Guedes con todo esto. Ya esta bien por favor.El día que el Castillo del Roemeral se alevante , se van a enterar en la capital

Anónimo dijo...

Pacuco no, pero Mazzotti sí.¡Viva la lucha canaria!