Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

¡Señores, el sábado no hay machorra!

En un pueblo de la isla de Gran Canaria, existe la costumbre en los entierros que una vez enterrado el difunto, sube a un lugar elevado del cementerio –para ser visto- un señor con su terno azul oscuro y una corbata azul clara que al parecer es “el de la funeraria” y hablando en nombre de la familia dice:
” La familia agradece su asistencia y les comunica que el día y hora tal y en la iglesia cual, se celebrará el funeral por el alma de don fulano de tal….”
Este dato es necesario para la comprensión de la historia que sigue a continuación:
Estamos en el cementerio, esperando por el coche fúnebre y oigo a un señor que le dice a otro: ¡Oye, el sábado, por la mañana, Alberto mata una machorra, no me faltes!.
Jurado por Dios que a mí no me invitaron, pero si les puedo decir que esta conversación la oí casi todas las veces, -dicha por otros o por mí- mientras esperábamos.
Lo gracioso fue cuando ya terminaba el entierro, se sube el señor del traje oscuro para notificar y cuando va a hablar, se sube también Alberto cabreado por tantos invitados a su fiesta y a voz en grito, dice:
¡Señores, el sábado no hay machorra!
¿Qué pensarían las personas que estaban allí para un entierro y no tenían conocimiento de la fiesta de la machorra?. ¿Era un buen lugar y momento para anunciar una fiesta? ¿Saben quien invitaba a todo el mundo? ¿No lo sospechan? Saben que Pancho (PT) no se llevaba con Alberto?

Mi agradecimiento al amigo Pepe Trujillo, de Telde.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

A que pueblo se refiere, no se estara metiendo otra vez con Aguimes????

Anónimo dijo...

Yo sé a que pueblo se refiere Pancho. Y no es Agüimes. Pero tampoco es muy lejos. El señor de la funeraria es increíble, con su tono de gravedad impostada. Parece un general con su terno. ¡Vaya pisto, cristiano!¡Yo creía que era un abogado, o algo así!.

Me he "muerto de risa" pensando en la gente del entierro. No entenderían nada de lo que estaba pasando.
Pensarían:
1.- Pancho se volvió loco.¿Como se puede hacer eso en un entierro?
2.- Seguro que se la tenía guardada al difunto.
3.- ¡Fuerte gamberro!

Los que conocían del tenderete de la machorra dirían: ¡Coño, la verdad es que nos pasamos invitando gente!

Gracias por la historia, Panchito, creo que le debo decir así por la edad. Y la edad merece un respeto.

Anónimo dijo...

Quiero concretar para los profanos que machorra es una cabra que no ha parido, no confundir con señora de pelo corto engominado, malencarada y con camiseta sin mangas que pretender ver el futbol bebiendo cerveza.

Esto se puede decir o cejap lo prohibió ya?

Anónimo dijo...

Ruego se mantenga en el blog un respeto a la libre identidad sexual o asexual, especialmente la de maestro Pancho, y que no se deje de invitar a nadie a una fiesta por ser una machorra

Anónimo dijo...

Por los comentarios ha gente que conoce al Sr de la corbata. Yo me imagino la situación y es que me da la risa. Que divertido Pancho.

Por cierto, no sabía que una machorra es una cabra. Beeeeeeeeee.

Anónimo dijo...

es de agradecer este tipo de articulo que nos hace recordar nuestra identidad. Por ello animo a canario que nos siga iluminando con su palmatoria, la de la luz, no la otra, y a modo de coyunda ate nuestro lexico

Anónimo dijo...

¿Machorra, carne de cabra? Yo me sorprendo con sus cosas , en mi casa nos criamos a base de pures de patata,ahumados, sandwichs de pepino y tomabamos el te a las cinco, y hasta las albóndigas tenian un agradable sabor dulce muy aristocrático. No entiendo como alguien se puede tragar un bicho que come cualquier cosa que se encuentra por el suelos. Esto asegura que los canarios de pueblo jamás de jarán de serlo.