Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

La mano de plátanos




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Esta historia me la contó un hombre bueno, Manuel Bermúdez, de Agaete. Su oficio: comprar mercancía –comestibles y bebidas, especialmente- en establecimientos de Las Palmas que luego revendía, que así se decía antes, con su furgón en las tiendas de comestibles del Norte de Gran Canaria.
Me decía el Sr. Bermúdez:
¡Mire, Pancho, si era coñona (bromista) mi madre que se reía hasta del hambre! En los tiempos de la guerra había mucha falta de todo.
Un día estábamos en mi casa sentados a la mesa a la hora del almuerzo. El plato: un caldo de papas y cilantro, con su gofito. Cuando estábamos terminando de comer, dice mi madre: ¡Manolillo, saca una manita de plátanos que está ahí debajo de la cama!
Al oír aquello, con las ganas que pasaba de comer plátanos, me lancé de cabeza a cogerla. Estiré la mano, arriba y abajo y allí no había nada. Llorando le dije:
-¡Má, coño, que aquí no hay ná!.
¿Y sabe lo que dijo mi madre con su cara picarona?:
¡Pobrecito inocente! ¿Te lo creíste, mi niño?.
Hoy pienso que lo hizo para que al menos durante un minuto, me olvidara de las penas y fuese feliz.
Comparemos esta historia con el estado de bienestar que poseemos. Nos sobra de todo y siempre estamos quejándonos de lo que nos falta. ¡A mí sí me falta algo: las bromas de mi madre!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Te estás poniendo muy tierno, Pancho. Si empezamos a hablar del hambre, no acabamos. Me hiciste llorar

Anónimo dijo...

¿Qué dije?
El primo es poco... ¡el canelo!

Anónimo dijo...

Y el amigo facha? Hace tiempo que no se deja ver ni oir. Estará con ansar en la Faes?

Anónimo dijo...

AL "TIESTO" YA DE DEVOLVÍ EL TIESTO

Anónimo dijo...

El que escribe todo con mayuscula -es que tiene ansia de superioridad- y si quiere "púas" que la compre en un vivero y no la robe, que el hambre al que se refiere esta historia es en tiempo de la guerra y no de ahora.

pancho dijo...

Spaghettis. Los mejores con salmón ahumado, tomados en zona de medianías. ¿Lo cogiste, bodeguero?

Anónimo dijo...

Sr. Pancho déjese de pamplina y cada uno a lo suyo que ya somos mayorcitos.
El que quiera salmón ahumado que lo compre "-coño-, encima lo quiere con apaghettis"

Anónimo dijo...

Sr.Pancho, para que usté entienda, el Bodeguero ese es mas agarrao que un estreñio, peor que "un cajero" automatico usease mas trincao que el peo de un tupio.

¿No será el mismo de las "puyas"?, me malicio yo.