Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

Botanas

Pepito Guedes, el pastor

Escultura en Casa Pastores (Santa Lucía)

Hace poco tiempo subí una historia titulada: Otro refrán canario. La frase central fue Cacharro viejo, esparramaero de gofio.

Pues bien, este fin de semana, en mi caminar por las cumbres de Gran Canaria, me he topado con otro que tiene el mismo significado: Zurrón viejo, todo son botanas. Llevado de su curiosidad, enseguida Pancho preguntó que es una botana. El señor que empleó el refrán contestó que siempre lo había oído y creía que era un nudo en un zurrón para tapar un agujero y así no se saliera el contenido. Me interesé por la dichosa palabra y vean lo que dice el diccionario de las palabras, botana, odre y zurrón, que están relacionadas:

botana.

1. f. Remiendo que se pone en los agujeros de los odres para que no se salga el líquido.

2. f. Taruguito de madera que se pone con el mismo objeto en las cubas de vino.

odre.

1. m. Cuero, generalmente de cabra, que, cosido y empegado por todas partes menos por la correspondiente al cuello del animal, sirve para contener líquidos, como vino o aceite.

zurrón.

1. m. Bolsa grande de pellejo, que regularmente usan los pastores para guardar y llevar su comida u otras cosas.

2. m. Bolsa de cuero.

Para saber más sobre las botanas me fui a ver a Pepito Guedes, el pastor, residente en Casa Pastores, término municipal de Santa Lucía de Tirajana. El origen del nombre de este barrio pujante donde viven no menos de 4.000 vecinos, está en una casa, precisamente la de los pastores, única existente en su día y que dió su nombre a esta entidad de población. Las fiestas tienen también como advocación al Buen Pastor, su patrono.

Embelleciendo la entrada al lugar existe una escultura donde un pastor acompañado de su perro, cuida cabras y ovejas, respetando y recordando los orígenes e importancia de la ganadería caprina y ovina en esta zona. El pastor se parece muy, mucho a Pepito. Yo diría que fue el modelo del escultor.

Sigamos con nuestro hombre. Cuando le dije que estaba intentando saber lo que era una botana, me miró extrañado por la pregunta y con la tranquilidad que le define, me dio la explicación sencilla que quiero trasladarles a ustedes.

-¡Hombre, si un zurrón se pica, hay que ponerle un parche para que no se salga el contenido ya sea agua, leche, gofio o cualquier cosa!

Y cogiendo un saco que tenía a sus pies, lleno de zurrones de diferentes tamaños, eligió uno de ellos y señalando un amarre situado en el cuello del baifo, dijo: ¡Esto es una botana!

Siguió buscando entre los otros para ver si encontraba algún parche. ¡Aquí no tengo, pero en mi casa si los hay con botanas pequeñas! A veces, se me pica alguno y le pongo una botana¡ ¡Cuando el agujero es más grande se le mete un palito de madera, ajustadito a la picada. Luego se le hace un tope a la madera por delante y por detrás para que no pueda salirse y con la propia piel se cierra de forma tan segura que ya no se vuelve a soltar! Vean lo coincidencia con la segunda acepción de la palabra botana.

En fin, el refrán viene a recordar que cuando una persona es ya mayor, aparecen las ”botanas” en forma de tensión alta, pastillas para los nervios, pérdidas leves, jaquecas, presbicia, etc. etc.. Ya tenemos otra palabra, para utilizar en el lenguaje diario. Empleémosla con propiedad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad. Tenemos que seguir usando nuestras palabras, porque no solo nos identifican sino además llevan una carga de socarronería que es tradicional entre nosotros. Como estás de salud, Pancho. Y usted me dirá. Bien, coño, con alguna botana que otra.

Moisés Morán dijo...

Me gusta que vayas recogiendo esas semilla enterradas en el tiempo para sacarlas a luz del día y vuelvan a florecer.

Anónimo dijo...

Sr. Pancho, ayer le oí frente al bar de Juancri, en Gáldar, hablando con un pastor de Caideros y su esposa. Que historias tan bonitas. Para cuando?
Después entramos a la Cata de Quesos de mi pueblo y allí hablamos. Sabrá quien soy porque hablamos de Juanito, el Claca, y José Armas, que es amigo común. Yo le conozco de antes, de cuando usted era futbolista, un zurdo de oro, en los juveniles de la Unión Deportiva. Me alegra saber que está en eso del desarrollo rural. El que vale, vale.

quino dijo...

Grande eres Pancho!!