Esta hoja no tiene más pretensiones que plasmar por escrito, para no olvidarme de aquellos momentos o situaciones que provocaron en mí una sonrisa, preferentemente historias relacionados con la socarronería del hombre o mujer del campo canario, o como decimos aquí, de los magos o maúros.

Ya la cabra me la mataron


Jugando a las cartas con tres personas mayores oí la siguiente frase: "Cuando yo ví el cuero encima de la albarda, me dije: Ya la cabra me la mataron".
El contexto fue un juego de zanga, típico juego de cartas de Canarias. Planteada la situación así:
Un señor tiene en su mano dos cartas, una buena (la 2ª mejor) y otra mala. Cuando tiene que servir (en el juego se llama "arrastrar"), ante el temor de perderla, no se atreve a echar la grande y sirve con la mala. En la siguiente jugada al haber dejado la grande sola, se la quitan con la mayor de todas. Es en ese momento cuando dijo la frase que a mí, particularmente me parece una muestra de la socarronería de la gente del campo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy observando los escritos para ver si entran los comentarios.

Anónimo dijo...

A la vista de sus conocimientos de la zanga, jugar con vd debe ser como el que amarra a un niño de 6 años a un semaforo y con un bate de baseball le da una paliza...

Anónimo dijo...

me suena esa historia

Anónimo dijo...

Qué bonitas son estas historias de nuestros viejos. ¿Es necesariatanta prisa y modernidad?

Anónimo dijo...

Buena frase,
mi padre en esos caso dice "Guárdatela pa` la otra"

La verdad es que en la zanga hay muchas frases como:

- La zanga es callá
- No te metas debajo

Ami se me dio un caso en la que un señor de Agüimes se fue "sólo" con unas cartas no muy buenas, resultando que al final pudo sacar sus cinco balzas y su exclamación fue "Para la zanga lo importante es el muñequeo..."