Siguiendo con la venta de artículos en las tiendas de aceite y vinagre –hablo de la época del cólera, que es la mía- recuerdo, entre otros, algunos que estaban dedicados a la "guapura" del personal, tanto femenino como masculino:
El Visnú, era una crema lechosa para la cara de las mujeres, cuando lo usaban parecía que se habían puesto leche o una mezcla de agua y polvo blanco. Por alguna oculta razón en las arrugas de la cara no entraba el producto, permanecían sin pintar y se notaba muchísimo.
El Floid, para los caballeros: masaje para después del afeitado. Su olor en las barberías aún permanece en mi memoria.
La Bella Aurora: Crema para las manchas de la piel. Continúa vigente, - tiene su página web- ,y
El Dermogético, que se vendía mucho, y había en todas las casas. Creo que era un maquillaje. En estos días he tenido conversaciones donde las mujeres reconocían comprarlo y algunas que todavía lo usan. Claro, ahora lo comprarán en perfumerías, dado que se ha eliminado el comercio minorista de perfumes.
También desapareció el vendedor ambulante de colonias, fijador, brillantina, etc. Iba los sábados por las casas ofreciendo su mercancía.
Para comprar había que llevar los envases. Se usaban tarros pequeños de penicilina u otros medicamentos similares y el vendedor medía la cantidad comprada con unos tubos de cristal pequeños milimetrados y con un embudo pequeñito la introducía en el frasco.
Luego se cerraba con la tapa de goma a presión. Las marcas de colonia que más se vendían, eran
Maja, Maderas de Oriente, Embrujo y Heno de Pravia.
Recuerdo un vendedor -luego fue afamado escritor de Gran Canaria- que subsistía comprando al por mayor –una o dos botellas, de cada cosa- en una droguería del Puerto de la Luz y luego vendiendo estos productos por la zona sureste de Gran Canaria.