Hubo un tiempo en que la gente no tenía para
comprar café, y usaba la cebada (oí decir que también le llaman achicoria(*1).
Pero, como verán en la aclaración, no se trata del mismo producto.
Recuerdo que se vendían unos paquetes
cilíndricos de papel, de más de una cuarta de largo (unos 30 cms.) y de unos
tres centímetros de diámetro que decían por fuera: Café tostado de cebada.
Y, es un suponer, si el café de ¼ kilo costaba
10 pesetas, en aquel entonces, el paquete de cebada de 100 gramos valía 1
peseta. Recuerdo más, si alguien quería ½
paquete, el tendero cogía un cuchillo finito de esos de cortar jamón y lo
cortaba por la mitad. Luego, cogía un papel vaso y tapaba
tanto la parte que se vendía como la que se quedaba en la tienda, para
que no se saliera. Esa era la cebada tostada y molida, sustitutivo del café.
Bueno, esto es el aspecto culinario (qué
fino), vamos ahora a hablar de una historia que me contaron sobre la cebada.
Igual que se llevaba (y lleva) el grano al molino, también la cebada tostada se
llevaba para hacer gofito de este cereal.
Como ocurrió en el caso presente:
Juanito
Pérez, agricultor, llega al molino con un saco de cebada tostada, requintado
hasta arriba, unos 80 kilos de nada. Como hay que ponerle un nombre a las
personas, vamos a ponerle Miguelito Santana, al molinero, hombre astuto, despacioso, socarrón y "listo" como un lince.
Pues nada, que al día siguiente, vuelve
Juanito a por el gofio de cebada, saluda a Miguelito que ya le había hecho la martingala (**):
-¡Ya estás aquí, Juan! ¡Acabo de terminar de
moler tu cebada!
Y, pone en sus manos el saco con unos 40
kilos de gofio.
Extrañado, le dice: ¡Mano, yo a usted le
traje 80 kilitos que tuve cargar la burra porque era mucho pa mí solo! Si la maquila es el
10%, ¿donde están mis setenta kilos?
Sin inmutarse, el molinero le dice:
¡Coño, Juan, tu sabes que la misma palabra lo
dice! Cebá, se vá,.......... eso se vá casi todo en las piedras del molino! Eres un desconfiado!
Fin de la historia.
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(*) achicoria.
(De chicoria).
2. f. Bebida que se hace por la infusión de la raíz tostada de esta planta
y se utiliza como sucedáneo del café.
No es, pues la cebada y muestro aquí lo que dice la red: “Achicoria como sustituto del café. Hace muchos, muchos años, cuando el consumo de
café no estaba tan extendido en nuestro país como lo está ahora, y sobretodo
porque muchas personas no podían permitirse el ‘lujo’ de adquirirlo en unos
momentos tan complicados y difíciles como lo fue durante la postguerra española, se utilizaba la achicoria como sustituto del café. Por este motivo fue también conocido
popularmente como café
de achicoria”.
Añado y aclaro que la achicoria, es la escarola y se utilizaba la raíz para hacer el café de los pobres.
Añado y aclaro que la achicoria, es la escarola y se utilizaba la raíz para hacer el café de los pobres.
(**) Martingala. (Del fr. martingale). 1. f.
Artificio o astucia para engañar a alguien, o para otro fin.
Una vez terminado de editar esta entrada, una amiga - Paqui Santana - me recuerda dos datos, que incorporo:
1.- Que su abuela decía cafécafú para referirse al café de cebada solo.
2.- Que la marca de los paquetes era: LA ALDEANA. Lo recuerdo ahora, perfectamente.
Muchas gracias, Paqui, por tu memoria y por permitir la publicación.
Una vez terminado de editar esta entrada, una amiga - Paqui Santana - me recuerda dos datos, que incorporo:
1.- Que su abuela decía cafécafú para referirse al café de cebada solo.
2.- Que la marca de los paquetes era: LA ALDEANA. Lo recuerdo ahora, perfectamente.
Muchas gracias, Paqui, por tu memoria y por permitir la publicación.